Capitulo 19

-¿Qué niñato?- se extrañó el tabernero.

-Un estúpido ángel. No me explico como puede causar tantos problemas.-concluyó mientras se llevaba la jarra a los labios, dando un enorme trago.-Estaba allí, y de repente no estaba, no sé como sabía usarlo.

-Supongo que son cosas secretas, ahí ya no me meto.-adivinó, mientras se dirigía a atender a la pareja.

Entonces la anciana se levantó, de forma cansada; y se dirigió a la puerta.

En cuanto salió, Keira se quitó el disfraz sin persárselo dos veces, pues no podía correr con eso puesto. Y empezó a correr. Si lo que Welior había dicho era cierto, y Samuel se había transportado, solo podía estar en un lugar.

En la Ciudad del Miedo solo había dos posadas, y si Samuel había pensado en una posada al coger el talismán, tenía que estar en una de ellas. Acababa de estar a una, y Samuel no estaba allí. Por lo tanto solo quedaba una alternati...

Le quedaban un par de calles para llegar a la posada, cuando se chocó de bruces con un menudo demonio, de largos cabellos rubios e intensos ojos azules.

-¡¡Samuel!!-exclamó ella.-¿Qué haces aquí?

-¡Eso no importa ahora! ¡Levántate y corre!

-¿Qué?-preguntó confusa.

-¡Que corras!

Y mientras corrían, Samuel intentaba explicarse entre jadeos:

-El...talismán...me transportó...a una posada...y apareció Estela...y me persigue...

-¿Quién es Estela?

-La...una...un...ángel...no, un serafín...

-¿Qué hace aquí?

-¡Ha venido a buscarme!

-¿Por qué?

-¿Tú por qué crees que lo ha hecho? Ella se encargaba de vigilarme.

-¿Y cómo burlaste a un serafín?

-Eso...mejor más...tarde.-dijo mientras giraba la cabeza, para comprobar que Estela seguía allí.