-Pues, eh, es difícil de explicar…-empezó Samuel.
-Le dijeron que te buscara.- dijo Keira.
-¿Quién?- preguntó el roble.
En ese momento, una pareja paseaba cerca del parque y se quedaron asombrados al ver a dos jóvenes hablar con un árbol.
-Creo que será mejor que vuelva a mi forma original por un tiempo…- dijo Luminor mientras su tronco se convulsionaba e iba cambiando de forma. En unos poco segundos, un árbol muy similar le había sustituido. Samuel se sorprendió al ver al eiremenz. Una alta y estilizada figura envuelta en una túnica se alzaba anta ellos. De aspecto aparentemente humano, sus rasgos eran delicados y la tez era prácticamente blanca. Su pelo, también blanco como la nieve, le llegaba a la mitad de la espalda, completamente liso; y de vez en cuando brillaba de forma muy especial, como si miles de estrellas anidaran en su cabello. Lo más sorprendente, sus ojos. Ellos, ligeramente rasgados, no tenían un color fijo. Cambiaban de tono, pero pasando por todos los existentes. Eran asombrosos. Bajo cada uno de ellos, había un zafiro con forma de rombo de apenas un centímetro. Él era la perfección y belleza personificada.
Samuel y Keira se quedaron atónitos. Nunca habían visto nada parecido.
-Por eso prefiero ser un roble,,,- dijo Luminor con un sonrisa un los labios.
-Pero, aún así llamas la atención…- dijo Keira cuando volvió de su anonadamiento.
- Pero aquí hay mucho loco suelto, no soy el único especial en esta ciudad.-le contestó Luminor.- Así que me buscabas pequeño…ángel.
-¿Por qué has dudado?- le preguntó Samuel
- Bueno, lo primero, has escondido tus alas, aunque yo las veo. Pero no sé… hay algo diferente en ti, algo que hacía mucho que no veía…- respondió Luminor pensativo.
-Bueno, el caso es que alguien a quien dábamos por muerto no lo está, y le han dicho que busque a ese alguien, porque dicen que le pueden decir “quién es” o algo así ¿no?
-Mmmm, sí creo que sí.-dijo Samuel.
-Bueno, ¿y para que me queréis entonces?
- Pues nos dijeron que tú podrías decirnos dónde está- explicó Samuel.
-¿Quién te lo dijo?- le preguntó Luminor.
- Pues, bueno, eh… Hekiaziel, se llamaba Hekiaziel.
-¡Ah, mi querido Fairequiel! ¿Qué tal está?
-Pues no muy bien…-dijo en un murmuro Keira. Samuel miró para otro lado. Luminor observó a la curiosa pareja.
-Tranquilo, sé que todo va a ir bien.- le consoló Luminor. Samuel le miró extrañado, había algo raro.
- ¿Sabes quién es Zenia?- le preguntó Keira.
-¿Es a quién buscáis?- preguntó Luminor. Ellos asintieron.- Sé que está en la Tierra. Se encuentra en alguna parte de Europa.
-¿No nos puedes dar más exactitud?- preguntó Samuel desesperado. -Está capturada por los ángeles...
- No, lo siento. Pero sé de algunas criaturas que os podrían llevar hasta ella y ayudaros a liberarla...- dijo con una extraña sonrisa clavando sus ojos amarillos en ese momento en Samuel.
Siento el retraso... ^^'
19 oct 2009
Capítulo 30
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