Capítulo 2

Nunca fue su intención hacerlo, un buen sirviente nunca haría algo así, salvo si se interpone algo en el medio. Amor.
Fairequiel era muy joven cuando ingresó en el servicio a su señor, el más poderoso de los demonios. Paso allí un par de años siempre obedeciendo a sus órdenes sin rechistar. Fairequiel le tenía miedo, aunque nunca le había visto, pero sabía lo que hacía con los traidores. Nunca quiso estar en la piel de esos pobres demonios, pero estuvo.
Un año llegó al servicio de su señor Zenia, una joven demonio. Fairequiel se enamoró irremediablemente de ella.
Un día que paseaban juntos en su rato libre, Zenia le pidió un favor. Tenía que ayudarla a salvar a un ángel.
-Es una cosa que nunca comprenderás ni lo intento pero, por favor, ayúdame.- le dijo Zenia. Él no podía negárselo. Le era imposible.
Juntos fueron tramando la traición, hasta que llegó el día de ponerla en marcha. Todo salía a la perfección. Hasta que les delataron.
Fairequiel se escondió, pero Zenia no pudo escapar.
Al día siguiente la ejecutaron y torturaron por traición. Al parecer a él no le delataron, quizás no le vieran. Pero no podía quedarse de brazos cruzados.
Fairequiel, un joven y debilucho demonio, mató al demonio más poderoso sobre la Ciudad del Miedo, por venganza. Fairequiel tuvo que huir, y desde entonces su nombre fue Hekiaziel.
-Sabes por qué te necesito- dijo Samuel


Próximo capítulo: por qué Samuel le necesita